¿Es Jesús Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente?
Por: Roberto I. Ramírez A.
Los tres atributos por excelencia de la Divinidad son la
Omnipotencia, la Omnisciencia y la Omnipresencia[1].
La Escritura dice en el Antiguo Testamento:
Abram tenía noventa y nueve años,
cuando se le apareció Jehová y le dijo: --Yo soy el Dios Todopoderoso[2].
Anda delante de mí y sé perfecto (Gn.17:1, RV1995, énfasis añadido) Cf.Gn.28:3,35:11,48:3;
Ex.6:3; Job 37:23,40:2,42:2; 2 Co.6:18; Ap.4:8, 11:17, 16:7, 19:6.
Y en el Nuevo Testamento:
Por esto los judíos aun más
intentaban matarlo, porque no solo quebrantaba el sábado, sino que también decía
que Dios era su propio Padre, haciéndose
igual a Dios. Respondió entonces Jesús y les dijo: --De cierto, de cierto
os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al
Padre. Todo lo que el Padre hace, también
lo hace el Hijo igualmente (Jn.5:18-19, RV1995, énfasis añadido)
El Teólogo Albert Barnes (citado por la Watchtower como erudito), en su
comentario sobre Juan 5:17-19 dice lo siguiente:
El Verbo no tiene límites en LO
ABSOLUTO, todo lo que el Padre hace, el Hijo lo hace igualmente. Esto es una
aserción tan alta como nos es posible de que Él es igual con Dios. Si
uno hace todo lo que otro hace o puede hacerlo, entonces aquí hay prueba de
igualdad. Si el Hijo hace todo lo que el Padre hace, entonces, al igual
que Él, Él debe ser omnipotente, omnisciente, omnipresente, e infinito en
cada perfección; o, en otras palabras, Él tiene que ser Dios (Barnes' Notes
On The New Testament (1974) [Notas Sobre El Nuevo Testamento], volumen I, Pág. 289)
También el Apóstol Pablo testifica
en su epístola a los Efesios:
Esta fuerza operó en Cristo,
resucitándolo de los muertos y sentándolo a su derecha en los lugares
celestiales, sobre todo principado y autoridad, poder y señorío,
y sobre todo nombre que se nombra,
no solo en este siglo, sino también en el venidero. Y sometió todas las cosas
debajo de sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la
cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (Ef.1:20-23,
RV1995, énfasis añadido)
Nótese que este pasaje claramente dice que Jesús está por encima de
todo principado, autoridad, poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra,
incluyendo el nombre YHWH[3].
Pero siguiendo la teología de la WT, lo anterior supondría un “conflicto” ya
que para los TJ, sólo el Padre es el Todopoderoso, sin embargo, contrario a lo
que los TJ pueden pensar, para nosotros, los cristianos trinitarios, no existe
inconveniente teológico entre la preeminencia del nombre del Padre (en el AT) y
del Hijo (en el NT), pues dice nuestro Señor Jesucristo:
Todo lo
que tiene el Padre es mío; por eso dije que
tomará de lo mío y os lo hará saber (Jn.16:15, RV1995, énfasis añadido)
Todo es todo, incluyendo el Nombre ¿Es de extrañarnos entonces que el
Espíritu Santo diga que llevaremos el Nombre del Padre y del Hijo en nuestra
frente como un solo Nombre? Pues en Apocalipsis 3:12, la Escritura dice que
después del milenio, todos los redimidos tendremos escrito no sólo el Nombre
del Padre sino también el Nombre del Hijo, sin embargo, el Espíritu Santo nos
revela que no serán dos nombres, sino
un solo Nombre el que tendremos:
Y no habrá más maldición. El trono de
Dios y del Cordero estará en ella, sus siervos lo servirán, verán su rostro y su
nombre estará en sus frentes (Ap.22:3-4, RV1995, énfasis añadido)
Entonces,
a la luz de la revelación del Espíritu Santo, sabemos que el nuevo Nombre
del Hijo, será el nuevo Nombre del Padre. Mientras tanto, como dice la
Escritura, a excepción de Jesús, “en
ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos” (Hch.4:12) Cf.Fil.2:9. (Véase Apología sobre el Nombre Divino)
Finalmente, en Apocalipsis 1:7-8, se
encuentra uno de los pasajes que pone punto final a la controversia de la Soberanía
de Cristo, donde leemos:
He aquí que viene con las nubes: Todo
ojo lo verá, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se
lamentarán por causa de él. Sí amén. «Yo soy el Alfa y la Omega, principio y
fin», dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el
Todopoderoso (RV1995, énfasis añadido)
Esta es una de las declaraciones más
contundentes del Nuevo Testamento a favor de la Deidad de Jesús. Así pues en
toda interpretación bíblica, es importante examinar los versos bíblicos en su
contexto, para que la interpretación salga verdaderamente del texto sagrado (exégesis),
que es diferente que poner sobre el texto ideas preconcebidas (eiségesis),
y en el contexto vemos que, por la descripción, este pasaje completo aplica
a Jesús (Véase ¿Quién
es el Alfa y la Omega?). Además, es evidente que el que ha
venir es Jesús (Cf.1 Te.4:16-17; Ap.22:20), y no el Padre.
Omnisciencia
Otro atributo del Dios verdadero es la omnisciencia, es decir, que
tiene conciencia absoluta de todo conocimiento. Job exclamó:
«Yo reconozco que todo lo puedes y
que no hay pensamiento que te sea oculto (Job 42:2, RV1995, énfasis
añadido) Cf.Sal.7:9,139; Prov.15:11; Jer.11:20,17:10.
Sin embargo, Jesús, en su reprensión a la Iglesia de Tiatira declaró:
A sus hijos heriré de muerte y todas las iglesias sabrán que yo
soy el que escudriña la mente y el corazón. Os daré a cada uno según
vuestras obras (Ap.2:23, RV1995, énfasis añadido)
¡Pero sabemos que YHWH es
el único que escudriña la mente y el corazón!:
¡Yo, Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón,
para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras!» (Jer.17:10,
RV1995, énfasis añadido)
Luego entonces, se demuestra la
omnisciencia de YHWH-Cristo.
¿A dónde me iré de tu
espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu
presencia? Si subiera a los cielos, allí estás tú; y si en el seol hiciera mi
estrado, allí tú estás. Si tomara las alas del alba y habitara en el extremo
del mar, aun allí me guiará tu mano y me asirá tu diestra. Si dijera:
«Ciertamente las tinieblas me encubrirán», aun la noche resplandecerá alrededor
de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día;
¡lo mismo te son las tinieblas que la luz! (Sal.139:7-12, RV1995, énfasis
añadido)
Claramente, y sin lugar a dudas, Omnipresencia tiene una
connotación de estar en todos lados a la vez[4].
Pero en el Nuevo Testamento leemos esta maravillosa promesa de nuestro Señor
Jesucristo:
Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos (Mt.18:20,
RV1995, énfasis añadido) Cf.Mt.28:20.
Si Jesús puede estar con cada
cristiano que se reúne en su nombre, es
una prueba de su omnipresencia.
Ahora bien, aunque para los
cristianos piadosos será suficiente esta breve exposición para confirmar su fe
en el señorío de Jesús, sin embargo, como sé que hay algunos que se empeñan en
sacar a la luz ciertos textos donde se presenta al Hijo, subordinado al Padre,
es menester volver a hacer una aclaración a fin de que ningún incauto sea
arrastrado por el error de estos neo arrianos.
Reconocemos pues, que en Jesús hay
dos naturalezas: la Divina y la humana. De manera que Jesús es 100% Dios y 100%
hombre, por lo tanto, creyendo y confesando esta dualidad de Jesús, concluimos
que:
Omnipotencia del Hijo
Como Hombre: (No tiene) Juan 5:19a, 8:28
Como Dios: (Sí tiene) Mateo
28:18; Juan 5:19b; Efesios 1:20-23; Apocalipsis 1:8
Omnisciencia del Hijo
Como Hombre: (No tiene) Marcos 13:32; Lucas 8:45
Como Dios: (Sí tiene) Juan
2:24-25, 16:30, 21:17; Apocalipsis 2:23
Omnipresencia del Hijo
Como Hombre: (No tiene) Juan 11:21
Como Dios: (Sí tiene) Mateo
18:20.
Para más detalle sobre esta doble
naturaleza coexistente en Jesús, lea la exposición La revelación del Hijo
de Dios, todo sobre la Naturaleza de Jesús, donde se
presenta el fundamento bíblico de esta doctrina.
Conclusión:
El Dios Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente,
en su Soberanía, por su gran misericordia se manifestó desde la eternidad como
Hijo, no creó un dios Hijo (Is.43:10, 46:9). Él mismo se manifestó como
Hijo, para que el hombre, acercándose al Hijo pudiera acercarse a Él. Amén.
¿Es Jesús Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente?
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