¿tengo que arrepentirme para ser salvo?

Este es un tema muy interesante ya que muchos hoy día viene a Jesús buscando algún beneficio como el me va hacer feliz, el me va a prosperar financieramente el me va bendecir yo hago la oración de fe lo Acepto y recibo en mi vida  y soy salvo y cuando muera voy con el.

La respuesta a esta pregunta es tanto afirmativa como negativa. Depende de lo que se entiende en la pregunta. Si la persona al preguntar “¿Es necesario el arrepentimiento para salvación?” quiere expresar que el pecador debe primeramente arrepentirse, cambiar su forma de pensar y dejar de pecar para poder salvo, entonces, la respuesta sería no. La razón se debe a que nosotros no somos salvos del justo juicio de Dios al dejar de pecar y hacer lo bueno ya que eso, sería salvación por obras. Somos salvos y limpiados de nuestros pecados al creer en Cristo, quien llevó nuestros pecados en Su cuerpo en la cruz (1 P 2:245), no por dejar de pecar y hacer lo que es correcto. Cuando recibimos a Cristo (Jn 1:12), entonces, somos justificados por fe (Ro 3:28; 4:5; 5:1) y es la obra de Dios es nosotros que nos regenera haciendo posible que nos alejemos del pecado. Por lo tanto, arrepentimiento, es el resultado de la regeneración (salvación), no la causa de este.

• “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. ²⁷ Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.” (Ez 36:26-27).
• “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; ¹³ los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Jn 1:12-13).
• “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.” (Jn 3:8).
• “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. ¹⁸ El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.” (Stg 1:17-18).

De otro lado, el arrepentimiento es necesario para la salvación en el sentido de que no podemos ser salvos del justo juicio de Dios sin que cambiemos nuestra mente con relación al pecado, sin alejarnos de este y buscar honrar a Dios.

• Lucas 13:3: “Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.”
• Hechos 2:38: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
• Hechos 17:30: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;”

El arrepentimiento es definitivamente parte del mensaje del evangelio, pero tenemos que estar seguros de no cometer errores al decir que nuestra salvación se debe en primera instancia a nuestro arrepentimiento. Una vez más, no queremos decir que nuestra salvación es el resultado de dejar de hacer lo que está mal y empezar a hacer lo que creemos es correcto. Esto sería salvación por obras. Este es un tema delicado entre los Cristianos en cuanto si una persona no creyente que es esclava del pecado (Ro 6:14-20), no puede entender las cosas espirituales (1 Co 2:14), y no hacer lo bueno (Ro 3:10-12) sea capaz de tomar la decisión de decisión de dejar de pecar basada en su naturaleza pecaminosa. Parecería que la habilidad para arrepentirse debe ser concedida por Dios (Fil 1:29; Hch 11:18; 2 Ti 2:25).

Entonces, tenemos que ser cuidadosos cuando preguntamos si el arrepentimiento es necesario para la salvación. La pregunta correcta sería: “¿Es el arrepentimiento, el resultado de la salvación?” Y la respuesta a esta pregunta es: Sí. Pero el arrepentimiento es también parte del mensaje de salvación que ordena a las personas a arrepentirse, ya que alejarse del pecado es lo correcto (Hch 17:30).  Por lo tanto, el arrepentimiento es ordenado, así también como la santidad y en ambas, tenemos que depender sólo de Dios.