¿Somos Justificados por fe o por obras?
- 3:2: “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él…”
- 3:28: “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley”.
- 4:3: “Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia”.
- 4:5: “mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia”.
- 5:1: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.”
Santiago:
- 2:24: “Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe”.
- 2:26: “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”.
Entonces: ¿Somos justificados por la sola fe o por las obras?
¿Se contradice la Biblia?
En lo absoluto. Es una creencia fundamental cristiana que somos justificados por la sola fe. Justificación significa que Dios declara a un pecador como justo. Esto lo hace al acreditarle, al imputarle la justicia que Jesús pagó por el pecador. Y esto se hace por la fe. O sea, cuando el pecador a través del Espíritu Santo coloca su fe en el sacrificio de Jesús y cree en Él y no en sí mismo para justificarse delante de Dios, Dios lo justifica a él: “Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia” (Romanos 4:3). Pero si la Biblia enseña que somos justificados por fe, ¿enseña también que somos justificados por obras como “pareciera” que dice Santiago? ¿Tenemos una contradicción? La respuesta es no.
El contexto lo es todo
Es erróneo tomar un versículo y leerlo fuera de su contexto para después intentar desarrollar una doctrina de ese sólo versículo. Por lo tanto, vamos a echar un vistazo al contexto de Santiago 2:24 el cual dice que un hombre es justificado por obras. Santiago 2 tiene 26 versículos: Los versículos del 1 al 7 nos instruye a no mostrar favoritismo. Los versículos del 8 al 13 son comentarios acerca de la Ley. Y los versículos del 14 al 26tratan acerca de la relación entre la fe y las obras:
- “14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. 24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 25 Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? 26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”.
Note que Santiago empieza esta sección usando el ejemplo de alguien que dice tener fe (v.14). Inmediatamente entonces da un ejemplo de lo que es la fe verdadera y la falsa. Empieza con la negativa y demuestra lo que es una fe vacía (vv. 15-17). Entonces Santiago da un ejemplo del tipo de fe que no es muy diferente a la fe de los demonios (v.19). Finalmente, él da ejemplos de una fe viva al mostrar a Abraham y Rahab como el tipo de personas que demostraron su fe por sus obras.
Santiago está examinando dos clases de fe: una que lleva a obras piadosas y una que no. Una es verdadera y la otra no es fe en sí. Una está viva, la otra muerta; por lo tanto, “la fe sin obras es muerta” (Santiago 2:20).
Esta es la razón por la que en la mitad de esta sección de fe y obras, Santiago dice en el versículo 19: “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan”. Santiago dice esto debido a que los demonios creen en Dios, esto es, ellos tienen fe, pero la fe de ellos es inútil. Esto no resulta en obras apropiadas. La fe de ellos es sólo un conocimiento mental de la existencia de Dios.
Ascentia y Fiducia
Vale la pena introducir aquí dos palabras: Ascentia y Fiducia.
- Ascentia es expresar el consentimiento/reconocimiento mental de la existencia de algo. Los demonios reconocen y creen que Dios existe.
- Fiducia es más que el reconocimiento mental. Involucra un creer en algo, un entregarse a ese algo, una creencia y aceptación completa de algo. Esta es la clase de fe que un cristiano tiene en Cristo.
Por lo tanto, un cristiano tiene fiducia; esto es, tiene una fe real y cree en Cristo, no sólo un conocimiento de que Él vivió en la tierra en una época determinada. Otra forma de establecer esto es que hay muchas personas que creyeron que Jesús vivió: Ascentia. Pero ellos no creen que Él sea el salvador de ellos, aquel a quien deben mirar y creer para el perdón de sus pecados.
Ascentia no lleva a obras; mientras que fiducia sí lleva a obras. Ascentia no es del corazón; fiducia lo es.
¿Qué está diciendo Santiago?
Santiago está simplemente diciendo que si Ud. “dice” que es cristiano, debería entonces haber algunas obras manifestadas de acuerdo a su fe. Si no es así, su fe es falsa. Este pensamiento encuentra eco en 1ª Juan 2:4: “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él”.
Aparentemente, había personas que estaban diciendo que eran cristianas, pero no manifestaban el fruto del cristianismo. ¿Puede esta fe justificar? ¿Puede la fe “muerta” producir cambio en él/ella? ¿Producir obras buenas delante de los hombres y de Dios y continuar siendo una fe que justifica? Definitivamente no. No es simplemente suficiente decir que Ud. cree en Jesús; Ud. debe realmente creer y confiar en Él. Si es así, entonces, demostrará esa fe en una vida cambiada y piadosa. Si no es así, su confesión no tiene más valor que la misma confesión que los demonios hacen: “Creemos que Jesús vivió”.
Note que Santiago realmente está citando a Pablo quien sostiene la enseñanza de la justificación por fe (Romanos 4:3). Santiago 2:23 dice: “Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”. Si Santiago estaba tratando de enseñar una doctrina contraria a la de fe y obras enseñada por el resto de escritores del Nuevo Testamento, entonces, no hubiera usado a Abraham como ejemplo.
Por lo tanto, somos justificados por la fe. Esto es, somos hechos justos a los ojos de Dios por la fe como se demuestra ampliamente en Romanos. Sin embargo, esa fe, si es verdadera, resultará en obras de acuerdo a la salvación. Después de todo, Dios dice en Efesios 2:8-10:
- “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
¿Somos Justificados por fe o por obras?
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