¿Por qué tanta gente no entiende el verdadero significado de la Navidad?
La mayoría de la gente en el mundo se perderá la próxima
Navidad. ¿Cómo puede ser? ¿Pero cómo puede alguien perderse la Navidad
con la cantidad de propaganda, publicidad y promoción que esta fiesta recibe
cada año? Porque a pesar de que muchos celebran la Navidad cada año, la mayoría
no sabe de qué se trata. A pesar de toda la promoción de la Navidad hecha por
los medios de comunicación, la mayoría de la gente la perderá porque se ha
tornado en algo poco claro.
Para aquellos de nosotros que conocemos y amamos al Señor
Jesucristo, la Navidad es un tiempo para enfocarse en Su nacimiento. Pero aun
nosotros podemos quedar atrapados en un torbellino de actividades cerca del
tiempo de la Navidad y perderla en un sentido práctico. Satanás ha atestado el
concepto cristiano de la Navidad con tanta parafernalia inútil, que su
verdadero significado se pierde fácilmente.
Una Breve Historia de la Navidad
La mayoría de los estudiosos dudan que el 25 de diciembre
sea la fecha verdadera del nacimiento de Cristo. No hay sustento bíblico para
ello, y sí alguno en contra. Esa fecha fue decidida por la iglesia en Roma en
el siglo cuarto, y tenían motivos específico para hacerlo.
Muchos de los primeros habitantes de la tierra adoraban al
sol porque dependían del curso anual del sol en los cielos. La mayoría de la
gente tenía fiestas en el tiempo del solsticio de invierno (mediados de
diciembre), un momento en el cual los días eran más cortos. Ellos construían
hogueras para darle al dios del sol fuerza y revivirlo. Cuando se veía que los
días se alargaban, había un gran júbilo.
Los padres de la iglesia en Roma decidieron celebrar el
cumpleaños de Cristo en el solsticio de invierno. Fue su intento de
cristianizar las celebraciones paganas populares. Pero no lograron que la gente
se ajustara. En cambio, las festividades paganas continuaron y nos quedamos con
una mezcla bizarra de elementos paganos y cristianos que caracteriza nuestra
moderna celebración de Navidad.
Los siguientes ejemplos le darán alguna idea de cuántas
costumbres paganas conforman lo que hoy conocemos como Navidad.
Para los romanos el mes de diciembre marcaba el festival de
Saturnalia (diciembre 17-24). Una de las costumbres más comunes durante ese
festival era darse regalos. De ahí proviene, por lo que sabemos, la idea de
intercambiarse regalos. La corona siempre verde también deriva del festival de
Saturnalia, durante el cual los hogares eran decorados con ramas de hojas
perennes.
Los druidas de Inglaterra juntaban muérdago sagrado para sus
ceremonias y decoraban sus casas con él. Se cree que el primer árbol de Navidad
fue instituido por Bonifacio, un misionero inglés en Alemania en el siglo VIII.
Se supone que él sustituyó los sacrificios al roble sagrado del dios Odín con
un abeto adornado en homenaje a Cristo. Algunos afirman que Martín Lutero
introdujo el árbol de Navidad iluminado con velas.
"Santa Claus" es una contracción de San Nicolás,
un obispo en Asia Menor durante el siglo cuarto, conocido por su extraordinaria
generosidad. A él se le asoció más tarde con la entrega de regalos a fin de
año. San Nicolás fue adoptado por los Países Bajos como el santo patrón de los
niños. En vísperas de San Nicolás, los niños dejaban sus zapatos llenos de heno
para el caballo blanco del santo.
No es de extrañar que tanta gente se pierda la Navidad. La
sencillez del nacimiento de Cristo se ahoga en un mar de tradiciones, muchas de
ellas de origen pagano. Aún peor, cuando Cristo nació en Belén, la mayoría de
la gente de ese día se lo perdió. En los siguientes relatos del evangelio,
veremos seis maneras de cómo las personas no entendieron Navidad, y
aprenderemos a evitar cometer el mismo error nosotros mismos.
Preocupación Ignorante
Lucas 2:7 dice: “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo
envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para
ellos en el mesón.” La primera persona que se perdió la Navidad era el
posadero. Él no había podido recibir a María y José, porque no había lugar para
ellos. Al parecer, él era indiferente a su situación - no hay ninguna
indicación en la Escritura que él llamó para pedir ayuda.
Note que el versículo 7 dice: "Ella dio a luz a su hijo
primogénito." María se dio a luz a Jesús. Por sí misma, lo envolvió en
pañales. José estaba allí para ayudar, pero si era como la mayoría de los
padres jóvenes, debe haber sido de poca ayuda.
La gente de Oriente Medio es hospitalaria, amable y atenta.
No son primitivos. Ellos no son el tipo de personas que dejarían una mujer
tener a su bebé sola. Pero en este caso, lo hicieron. ¿Dónde estaban las
parteras? Uno pensaría que el posadero conocía a alguien que podría haber
ayudado.
Lucas nos dice que Le puso en un pesebre, que es un canal de
alimentación de los animales. Las telas con las que envolvió a Jesús eran
largas tiras de tela. Cada vez que nacía un pequeño, se limpiaba al bebé de
inmediato. A continuación, se envolvían al bebé con pañales y abrigaba en una
manta. Tarea que era normalmente llevada a cabo por una partera. Pero María
tuvo que hacerlo todo ella misma.
El comentarista G. Campbell Morgan escribió,
Piense qué patético. "Ella dio a luz", "ella
lo envolvió en pañales". Es muy hermoso, pero qué pena, qué trágico, qué
soledad; que en esa hora de todas las horas, cuando la mujer debe
estar rodeada de la más tierna atención, estaba sola. El método del escritor es
muy claro. Ella con sus propias manos envolvió al Bebé con los pañales y
Lo acostó en el pesebre. No había nadie que lo hiciera por ella. Otra vez os
digo, qué pena, sin embargo la gloria para el corazón de María (El
Evangelio según Lucas [Old Tappan, NJ: Revell, 1931], p. 36).
No sabemos nada sobre el posadero, porque la Biblia no dice
nada de él. Algunos analistas especulan con que Jesús nació en un establo,
algunos piensan que nació en una cueva, y otros creen que nació en un patio
abierto en la posada. Una cosa sí sabemos: la hospitalidad que María y José
esperaban encontrar, no la encontraron - ellos fueron rechazados.
¿Por qué el posadero se pierde la Navidad? Creo que la
respuesta sencilla es por la preocupación. Él estaba ocupado. Su hotel estaba
lleno debido a que había un censo en Belén. La ciudad estaba llena de personas
cuyos ancestros venían de allí. Ya que Belén era la ciudad de David, todos los
que eran de la línea de David estaban allí, incluyendo a José y María. El
posadero no fue necesariamente hostil y poco comprensivo, el estaba simplemente
ocupado.
Muchas personas son como el posadero. Sus almas están llenas
de cosas inútiles - con cosas que no importan. Como resultado, se pierden el
Cristo de Dios. Nuestra sociedad está llena de lo innecesario, lo
insignificante, y sin sentido. Gastamos una fortuna en acumular cosas que
les permitirán a nuestros niños pelearse por ellas cuando muramos. Y nuestro
tiempo es devorado por las exigencias que nuestras cosas nos crean.
La gente se pierde a Cristo en la época de Navidad, porque
Él es desplazado por un mundo que determina lo que deben pensar, hacer y
comprar. Al igual que el posadero, la gente hoy en día está preocupada. El
posadero no sabía nada sobre el bebé que María dio a luz, y ellos tampoco.
Ellos no saben quién es Cristo y por qué Él vino. En cambio, están
ignorantemente preocupados por lo mundano y lo que no tiene sentido. ¡Qué
triste es que muchas personas viven sus vidas en pos de los mismos, sólo para
despertar un día en la eternidad sin Dios!
Temor Celoso
En Mateo 2 nos encontramos con otro hombre que se perdió la
Navidad:
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey
Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el
rey de los judíos, que ha nacido? Porque Su estrella hemos visto en el oriente,
y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén
con él… Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos
diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén,
dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del Niño; y cuando Le halléis,
hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore" (v. 1-3, 7-8).
Herodes era el rey de la tierra. Fingió su deseo de adorar a
Jesucristo, pero él tenía miedo porque había nacido Uno que fue llamado el Rey
de los judíos. La palabra griega traducida como "turbado" en el
versículo tres significa "estar perturbado" o "agitado."
Conlleva la idea de pánico total. Herodes entró en pánico. ¿Por qué? Tenía
miedo de Jesús-miedo de otro rey. Veamos por qué.
Julio César nombró al padre de Herodes, Antípatro, a ser
procurador o gobernador de Judea bajo la ocupación romana. Antípatro a
continuación, logró que su hijo Herodes fuera nombrado prefecto de Galilea. En
esa oficina Herodes fue exitoso en sofocar las bandas de guerrilleros judíos
que continuaban luchando en contra sus gobernantes extranjeros.
Después de huir a Egipto, cuando los partos invadieron Palestina,
Herodes, luego fue a Roma y en el 40 A. C. fue declarado por Octavio y Marco
Antonio (con el consentimiento del Senado romano) para ser rey de los Judíos.
Invadió Palestina el próximo año y, después de varios años de lucha, expulsó a
los partos y estableció su reino.
Debido a que él no era judío, pero idumeo (un edomita),
Herodes se casó con Mariamne, heredera de la casa hasmonea judía, para
convertirse más aceptable para los Judíos a quienes ahora gobernaba. Era un
orador, guerrero, y diplomático inteligente y capaz. Pero también era cruel y
despiadado. Era increíblemente celoso, desconfiado y temía por su posición y
poder. Temiendo una amenaza potencial, ahogó a Aristóbulo su sumo sacerdote, el
hermano de su esposa, y después proporcionó un funeral magnífico donde fingió
llorar. Luego hizo que Mariamne se suicidara, y luego su madre y dos de sus
propios hijos.
Cinco días antes de su muerte (alrededor de un año después del nacimiento de Jesús), mandó a ejecutar a su tercer hijo. Una de las mayores evidencias de su sed de sangre y locura cruel fue mandar a encarcelar a los ciudadanos más distinguidos de Jerusalén poco antes de su muerte. Debido a que sabía que nadie lloraría su propia muerte, dio orden que los prisioneros fueran ejecutados en el momento de su muerte. Así él garantizaba que habría duelo en Jerusalén.
Cinco días antes de su muerte (alrededor de un año después del nacimiento de Jesús), mandó a ejecutar a su tercer hijo. Una de las mayores evidencias de su sed de sangre y locura cruel fue mandar a encarcelar a los ciudadanos más distinguidos de Jerusalén poco antes de su muerte. Debido a que sabía que nadie lloraría su propia muerte, dio orden que los prisioneros fueran ejecutados en el momento de su muerte. Así él garantizaba que habría duelo en Jerusalén.
Ese acto de barbarie fue superado en crueldad sólo por su
masacre de "todos los hijos varones que había en Belén y en todos sus
alrededores, de dos años para abajo" (Mateo 2:16). Por medio de tal acción
esperaba eliminar cualquier amenaza a su trono de Aquel que los magos dijeron
había nacido Rey de los Judíos.
¿Por qué Herodes perdió la Navidad? Miedo celoso. Para
que no piense que no hay más Herodes en este mundo, sólo tiene que leer la prensa
diaria. El hombre es depravado. Hay Herodes en todas las sociedades. Pero hay
una lección más grande para toda la humanidad.
Muchas personas se pierden Navidad a causa de la misma clase
de miedo que tenía Herodes. Herodes tenía miedo de que alguien tomara su trono.
Hoy la gente tiene miedo de renunciar a sus propios planes, prioridades,
valores y moral. Ellos no quieren venir a Cristo porque Él entorpecerá su
estilo-Él se adjudicará sus vidas. Eso significa que tendrán que modificar la
forma en que viven. Los medios de comunicación le dicen a la gente que hagan lo
que quieren, dominen su suerte y tracen su propio destino. El mundo está lleno
de reyes que no se arrodillan delante de Jesucristo, que se pierden la Navidad
al igual que Herodes.
¿Y usted? ¿Ha dicho que no a Jesucristo, ya que tiene miedo
de lo que Él le reclamará a usted? ¿Quiere ser el amo y señor de su vida y el
rey de su pequeño reino? Eso es trágico - ¡Su reino es mucho más glorioso!
Orgullosa Indiferencia
Una vez que Herodes supo por los sabios que un niño iba a
nacer, quien sería el Rey de los Judíos, reunió "a todos los principales
sacerdotes y los escribas del pueblo, [y] les preguntó dónde había de nacer el
Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por
el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los
príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo
Israel” (Mateo 2:4-6). Herodes llamó a los expertos.
Los sumos sacerdotes eran el sumo sacerdote, el capitán de
la policía del Templo, y lo mejor de los demás sacerdotes -aquellos que tenían
grandes habilidades administrativas, docentes, y de liderazgo. La mayor parte
de los sacerdotes eran saduceos. Los escribas eran mayormente los fariseos.
Ellos fueron los lingüistas e intérpretes que entendían la cultura y la
historia de los datos bíblicos.
Los dos grupos sabían dónde nacería el Mesías porque sabían
que Miqueas había profetizado que "Belén…de ti me saldrá el que será Señor
en Israel” (5:2). Una cosa que la nación judía había estado buscando, y aún lo
hace hoy en día, era el Mesías. Ellos habían estado esperando un libertador a
lo largo de su historia, especialmente cuando bajo la opresión romana. Sin
embargo, estos sacerdotes y escribas no estaban dispuestos a recorrer los pocos
kilómetros para averiguar si este niño podría ser el Mesías.
Por qué se perdieron la Navidad? Indiferencia. No les
importaba. Tenían todos los hechos, pero no necesitaban a un Mesías. ¿Por qué?
Debido a que se creían moralmente superiores- se consideraban perfectos
guardianes de la ley. En sus mentes eran todo lo que Dios podía pedir de ellos.
Se podría decir que estaban llenos de indiferencia orgullosa porque la
indiferencia es siempre el resultado de orgullo. No había lugar para el Hijo de
Dios en su sistema. Cuando el hijo mayor llegó a la escena, Le odiaron y
despreciaron. Así que tramaron Su asesinato y clamaron por Su sangre.
Jesús identificó su indiferencia en una punzante reprimenda
en Mateo 9. “Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí
que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a
la mesa con Jesús y sus discípulos" (v. 10). Jesús se sentó a esta comida
con la gente que necesitaba su ayuda: los marginados, los recaudadores de
impuestos, traidores, y los pecadores. "Cuando vieron esto los fariseos,
dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y
pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de
médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia
quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a
pecadores, al arrepentimiento” (v. 11-13). Cuando los fariseos celebraban una
fiesta, invitaban a la gente de superioridad moral. Cuando Jesús celebró una
fiesta, Él le dio la bienvenida a aquellos que sabían que eran pecadores y
estaban desesperadamente conscientes de su necesidad de un Salvador.
Muchas personas hoy en día se pierden la Navidad porque no
se dan cuenta que son pecadores. Así que ignoran a Cristo. No muestran ningún
interés en el Salvador, porque no entienden su necesidad de ser salvados. Ellos
no entienden que la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23) - que el pecado se
arrastra a la gente a un infierno eterno. En consecuencia, ignorar el remedio,
ya que ni siquiera saben que tienen la enfermedad.
Rituales Religiosos
Lucas 2 indica otro grupo de personas que perdieron la
Navidad: "Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las
vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del
Señor" (v. 8 -9). El ángel proclamó el nacimiento de Cristo, y los
pastores fueron a Belén para verlo. El versículo 20 dice: "Y volvieron los
pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y
visto, como se les había dicho." De todas las personas en Jerusalén, Dios
señaló pastores para recibir la gran noticia sobre el nacimiento de Cristo.
Los pastores eran un grupo de personas despreciado. No
podían mantener todos los ritos de purificación y actividades, ya que estaban
muy ocupados atendiendo a las ovejas. Sin embargo, nadie más de la ciudad vino
a ver al niño Jesús, excepto los "impuros" pastores. Sin embargo, dos
personas especiales Lo advirtieron cuando Lo llevaron a la ciudad. Lucas
2:25-26 menciona a Simeón, un hombre que "era justo y piadoso, esperaba la
consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él y le había sido
revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al
Ungido del Señor.” Lucas 2:36-38 nos dice acerca de Anna, una viuda que vio al
Mesías en el templo y que hablaba del “Niño a todos los que esperaban la
redención en Jerusalén" (v. 28).
Sin embargo, la masa de gente en Jerusalén se perdió la
Navidad. El nacimiento de Cristo tuvo lugar a pocos kilómetros de distancia.
Fue el cumplimiento de todos sus sueños y esperanzas – el evento que cambiaría
el destino del mundo – pero ellos se lo perdieron. ¿Por qué? La religión.
Estaban tan ocupados con los ritos de su religión que se perdieron la realidad
de Su Nacimiento.
Cuando Jesús preguntó a sus discípulos: " ¿Quién dicen
los hombres que es el Hijo del Hombre? (Mateo 16:13), su respuesta fue:
"Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los
profetas" (v. 14). Todo era especulación, estaban equivocados. Jesús no
encajaba en el sistema religioso de Su época. Y la gente lo sabía, después que
dio el Sermón del Monte.
La religión maldecirá un alma más rápido que cualquier cosa,
si ese algo es otra cosa que la verdadera adoración del Dios verdadero. Un
sistema religioso falso da a una persona un lugar para esconderse - un lugar
donde puede enmascarar su espiritualidad. La gente involucrada en varios cultos
habla sobre Dios, Cristo, y la Escritura, pero no conocen a Cristo. Están
perdidos en medio de la religión. Entonces, el pueblo de Jerusalén se perdió la
Navidad mientras eran religiosos.
Idolatría
Los romanos también se perdieron la Navidad. La profecía de
Miqueas, sobre que el niño Cristo nacería en Belén se puso en marcha por un
emperador gentil. Lucas 2:1-2 dice, "Aconteció en aquellos días, que se
promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese
empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de
Siria." Los soldados romanos registraron a la gente y realizaron el censo.
A lo largo de la vida de Cristo vemos la presencia de los
romanos. Antes de su muerte apareció Cristo ante Pilatos, el gobernador romano
de Judea (Juan 18:28-40). Cristo fue ejecutado por los romanos (Mateo 27:27-36).
Guardias romanos mintieron acerca de Su resurrección, propagando una historia
para encubrir la realidad de que Él resucitó de los muertos (Mateo 28:11-15).
Todos ellos se perdieron Navidad a causa de su idolatría: adoraban a sus
propios dioses. Cristo no encajaba con ellos. Ellos adoraban a una multitud de
dioses, y el pináculo de su culto era la adoración del emperador. Así que en
medio de su idolatría pagana se perdieron Navidad.
El mundo actual está lleno de personas que adoran a sus
propios dioses. No adoran ídolos como lo hicieron en la época de Cristo, pero
todavía tenemos ídolos y dioses. Algunas personas adoran el dinero. Algunas
personas adoran el sexo. Otros adoran coches, barcos y casas. Algunos adoran el
poder y el prestigio. Esas cosas son los dioses paganos de hoy, los ídolos del
siglo XXI. Y si eso es lo que está adorando, se perderá la Navidad, también.
Usted puede recibir algunos regalos, comer una gran cena, y disfrutar de un
árbol decorado de pino, pero se perderá la Navidad.
El Exceso de Familiaridad
Tal vez lo más triste de todo, es que la gente de Nazaret se
perdió la Navidad. Lucas 2:39-40 dice: "Después de haber cumplido con todo
lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de
Dios era sobre él." Cuando Jesús volvió a Nazaret, Él no se parecía a
cualquier otro niño. Acompañó a sus padres a Jerusalén para celebrar la Pascua
cuando tenía doce años. Desconcertó a los doctores de teología en el Templo
(Lucas 2:41-47). Pasó treinta años de su vida en Nazaret, sin embargo, los
residentes no lo reconocieron.
Lucas 4 revela la tragedia que sucedió cuando Jesús reveló
Su identidad a los nazarenos:
Él fue a Nazaret, donde se había criado, y como era Su
costumbre, entró en la sinagoga el sábado, y se levantó a leer. Y se le dio el
libro del profeta Isaías. Y abrió el libro y encontró el pasaje donde estaba
escrito: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados
de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner
en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor”. Y cerró el
libro, y lo devolvió al ayudante y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga
estaban fijos en Él. Y comenzó a decirles: "Hoy esta Escritura se ha
cumplido esta Escritura delante de vosotros." Y todos hablaban bien de Él,
y se maravillaban por las palabras de gracia que salían de Sus labios, y
decían, "¿No es éste el hijo de José?”... Y Él dijo: "En verdad os
digo que ningún profeta es acepto en su propia tierra" (v. 16-22, 24).
La gente de Nazaret se perdió Navidad a causa de exceso de
familiaridad. Ellos conocían a Jesús como el hijo de José, y no Le consideraban
especial. Después de que Jesús terminó de hablar en la sinagoga, la gente
"levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la
cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.
Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue"(v. 29-30).
El exceso de familiaridad es algo mortal. Me encuentro con
tantas personas que dicen haber sido criadas en un ambiente cristiano, pero no
son cristianas. El miedo se apodera de mi corazón cuando oigo eso. El exceso de
familiaridad coarta la convicción. Cuando usted ha oído algo muchas veces y no
hace nada al respecto, tal familiaridad puede generar desprecio.
Marcos 6:6 nos da el análisis de Cristo del pueblo de
Nazaret: "Estaba asombrado de la incredulidad de ellos". Mateo 13:58
Y añade: "Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de
ellos". El exceso de familiaridad con la verdad de la Navidad puede
generar un corazón de piedra. Es mejor responder, mientras que su corazón es
blando, o su corazón se endurecerá y no tendrá la oportunidad de responder
(Proverbios 29:1).
Conclusión
Hay muchas maneras de perder la Navidad: la preocupación
ignorante, el ritual, la idolatría, y la familiaridad excesiva. Pero detrás de
todas esas razones está la incredulidad. Muchas personas simplemente se niegan
a creer en Jesucristo. El apóstol Juan dijo: "En el mundo estaba, y el
mundo por Él fue hecho; pero el mundo no Le conoció. A lo suyo vino, y los
suyos no Le recibieron. Mas a todos los que Le recibieron, a los que creen en
Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”(Juan 1:10-12).
Si usted se ha estado perdiendo la realidad de la Navidad en su vida, sepa que si recibe al Señor Jesucristo y cree en Su nombre, la Navidad se convertirá en real para usted. Puede suceder hoy en día, y es entre usted y Dios (2 Corintios 6:1-2, Romanos 10:8-11)
fuente original:http://www.gracia.org/recursos.aspx?p=a&article=608
Si usted se ha estado perdiendo la realidad de la Navidad en su vida, sepa que si recibe al Señor Jesucristo y cree en Su nombre, la Navidad se convertirá en real para usted. Puede suceder hoy en día, y es entre usted y Dios (2 Corintios 6:1-2, Romanos 10:8-11)
fuente original:http://www.gracia.org/recursos.aspx?p=a&article=608
¿Por qué tanta gente no entiende el verdadero significado de la Navidad?
Reviewed by Fieles A Jesucristo
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