¿Somos dioses?
¿Somos dioses?
Alejandro Oviedo– Director de Caminata Bíblica Centro América y El Caribe.
Vi por televisión, con disgusto y asombro, una conferencia del Dr. Myles Munroe, presidente y fundador de Minissomos diosesterios Internacionales de Fe en Bahamas. El Dr. Munroe durante su conferencia apeló a las emociones de la audiencia, manipuló a la gente con un mensaje que progresivamente enfatizó que los cristianos somos dioses, esto quedó bien claro en su cierre cuando leyó los versículos 1 y 6 del Salmo 82. A esa altura de la conferencia, la mayor parte del auditorio cayó fascinado y rompió en aplausos y expresiones de júbilo.
La experiencia anterior me ha hecho pensar que una buena cantidad de cristianos no están leyendo la Biblia, mucho menos estudiándola y por eso creen cualquier cosa que se les predica.
Esta enseñanza acerca de que los cristianos somos dioses, es muy popular hoy en día, y gusta mucho, porque son palabras que endulzan el oído, entusiasman el corazón y aquel que anda con la autoestima baja, sale del lugar muy embelesado.
Que las personas pueden ser dioses lo enseñan diferentes sectas como la Nueva Era, los mormones, los gnósticos, el Hinduismo, Creciendo en Gracia, solo para citar algunos ejemplos. Que los cristianos somos dioses o Dios en pequeño, es una enseñanza que se está popularizando gracias a personajes como Myles Munroe, Creflo Dollar, entre otros.
El Salmo 82:1 que utilizó Myles Munroe en su conferencia dice así: Dios preside la reunión de los dioses, y en medio de ellos emite su sentencia… En este texto bíblico la palabra dioses proviene del hebreo elohim, sin embargo, para interpretar adecuadamente este pasaje, hay que tomar en cuenta, el contexto histórico del mismo, a quién está dirigiendo el autor su mensaje (en este caso el Espíritu Santo por medio de Asaf), y por otro lado, hay que tomar en cuenta todo el contenido del mensaje. Leer versículos aislados y darles una interpretación antojadiza para apoyar una enseñanza privada no es correcto, así es como surgen las herejías.
En la antigüedad, a los jueces se les daba el calificativo de dioses, porque se les consideraba divinos debido a su autoridad delegada por Dios. De hecho, en el Antiguo Testamento, la palabra hebrea elohim, está asociada a la palabra jueces en varios pasajes, por ejemplo, Éxodo 21:5-6 y Éxodo 22:7-8.
La palabra hebrea elohim tiene tres connotaciones diferentes: puede referirse al Único Dios, a dioses falsos o a los gobernantes o jueces de una nación, porque son los encargados de impartir justicia. Entonces, ¿cómo se determina el uso de una de las tres connotaciones? ¡Buena pregunta! El uso lo determina el contexto del escrito, esto quiere decir, que debemos leer el pasaje completo para entender a qué se está refiriendo.
Le animo para que lea los 8 versículos que contiene el Salmo 82, para que comprenda todo su contexto, y logrará apreciar, que este salmo está dedicado a los jueces deshonestos que se habían olvidado de su misión divina, es decir, impartir justicia con equidad. Ellos estaban oprimiendo al pobre, al huérfano, al afligido, al necesitado y estaban favoreciendo al malo. Por eso, Dios, el Juez Justo, estaba dictando sentencia a todos esos dioses (jueces): ¡Pero ahora morirán como cualquier hombre! ¡Morirán como cualquiera de los príncipes! Salmo 82:7. RVC.
¿Somos dioses?
Vi por televisión, con disgusto y asombro, una conferencia del Dr. Myles Munroe, presidente y fundador de Minissomos diosesterios Internacionales de Fe en Bahamas. El Dr. Munroe durante su conferencia apeló a las emociones de la audiencia, manipuló a la gente con un mensaje que progresivamente enfatizó que los cristianos somos dioses, esto quedó bien claro en su cierre cuando leyó los versículos 1 y 6 del Salmo 82. A esa altura de la conferencia, la mayor parte del auditorio cayó fascinado y rompió en aplausos y expresiones de júbilo.
La experiencia anterior me ha hecho pensar que una buena cantidad de cristianos no están leyendo la Biblia, mucho menos estudiándola y por eso creen cualquier cosa que se les predica.
Esta enseñanza acerca de que los cristianos somos dioses, es muy popular hoy en día, y gusta mucho, porque son palabras que endulzan el oído, entusiasman el corazón y aquel que anda con la autoestima baja, sale del lugar muy embelesado.
Que las personas pueden ser dioses lo enseñan diferentes sectas como la Nueva Era, los mormones, los gnósticos, el Hinduismo, Creciendo en Gracia, solo para citar algunos ejemplos. Que los cristianos somos dioses o Dios en pequeño, es una enseñanza que se está popularizando gracias a personajes como Myles Munroe, Creflo Dollar, entre otros.
El Salmo 82:1 que utilizó Myles Munroe en su conferencia dice así: Dios preside la reunión de los dioses, y en medio de ellos emite su sentencia… En este texto bíblico la palabra dioses proviene del hebreo elohim, sin embargo, para interpretar adecuadamente este pasaje, hay que tomar en cuenta, el contexto histórico del mismo, a quién está dirigiendo el autor su mensaje (en este caso el Espíritu Santo por medio de Asaf), y por otro lado, hay que tomar en cuenta todo el contenido del mensaje. Leer versículos aislados y darles una interpretación antojadiza para apoyar una enseñanza privada no es correcto, así es como surgen las herejías.
En la antigüedad, a los jueces se les daba el calificativo de dioses, porque se les consideraba divinos debido a su autoridad delegada por Dios. De hecho, en el Antiguo Testamento, la palabra hebrea elohim, está asociada a la palabra jueces en varios pasajes, por ejemplo, Éxodo 21:5-6 y Éxodo 22:7-8.
La palabra hebrea elohim tiene tres connotaciones diferentes: puede referirse al Único Dios, a dioses falsos o a los gobernantes o jueces de una nación, porque son los encargados de impartir justicia. Entonces, ¿cómo se determina el uso de una de las tres connotaciones? ¡Buena pregunta! El uso lo determina el contexto del escrito, esto quiere decir, que debemos leer el pasaje completo para entender a qué se está refiriendo.
Le animo para que lea los 8 versículos que contiene el Salmo 82, para que comprenda todo su contexto, y logrará apreciar, que este salmo está dedicado a los jueces deshonestos que se habían olvidado de su misión divina, es decir, impartir justicia con equidad. Ellos estaban oprimiendo al pobre, al huérfano, al afligido, al necesitado y estaban favoreciendo al malo. Por eso, Dios, el Juez Justo, estaba dictando sentencia a todos esos dioses (jueces): ¡Pero ahora morirán como cualquier hombre! ¡Morirán como cualquiera de los príncipes! Salmo 82:7. RVC.
¿CÓMO SE HACE? Impartir justicia es una tarea delegada por Dios, lo confirma Romanos 13:1-5. No, los cristianos no somos dioses, somos pecadores que fuimos redimidos por Jesucristo, quien nos compró por precio, y para que ninguno se crea grande, debemos recordar las palabras de 2 Corintios 4:7 que dice: Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que se vea que la excelencia del poder es de Dios, y no de nosotros. Más bien, somos embajadores de Cristo encargados de anunciar el mensaje de la reconciliación (2 Corintios 5:18-20), esta es una misión divina. Vivimos en un mundo donde la injusticia prevalece, a lo malo se le está llamando bueno, a lo bueno malo. Apropiémonos de las palabras del Apóstol Pablo: Pero eso a mí no me preocupa, pues no considero mi vida de mucho valor, con tal de que pueda terminar con gozo mi carrera y el ministerio que el Señor Jesús me encomendó, de hablar del evangelio y de la gracia de Dios. Hechos 20:24. RVC. Los cristianos debemos hacer la diferencia en todos los escenarios donde nos encontremos. Aprovechemos bien el tiempo, anunciando el evangelio de Cristo.
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