¿Es el Alma Mortal o Inmortal?

 ¿Es el Alma Mortal o Inmortal?


respuesta de ex testigo de Jehova; roberto isaac a lWatchtower .

  Saludos Sr. Conet vamos a empezar con el "examen" de las creencias de la Watchtower (WT) para ver si están o no en armonía con la Biblia. Su comentario resume acertadamente la doctrina que enseña la WT. Haremos un análisis minucioso de la doctrina de la inmortalidad del alma y del infierno. A menos que se indique lo contrario, todas las referencias Bíblicas son tomadas de la Traducción del Nuevo Mundo (TNM). (Hago la aclaración que el siguiente estudio no es de mi autoría, sin embargo, lo considero digno de confianza y respondo por el, también le he agregado algunos comentarios míos) ¿Listo? Abróchese los cinturones....

Empiezo citando a la WT:

QUOTE (Watchtower)
«El Seol o Hades… se refiere a la sepultura colectiva a la que van los difuntos o, lo que es lo mismo, al lugar simbólico donde la mayoría de la humanidad duerme el sueño de la muerte… la Biblia señala que las personas que no resucitarán no se encuentran en el Seol o Hades, sino en un lugar llamado “Gehena”, que tampoco es literal.» — ¿Qué enseña realmente la Biblia?, editado por la Watchtower, 2005, pág. 212,213.


El adventismo, los mormones y los Testigos de Jehová se han caracterizado históricamente por negar la inmortalidad del alma, el juicio a los inicuos y la existencia de un “infierno” literal, en el cual todos aquellos que rechazan a Jesucristo serán atormentados eternamente con fuego. Su argumento, es que un “Dios de amor” no puede mandar gente a un lugar como ese, sin ninguna esperanza de un fin a su tormento.

Pero ¿qué nos dice la Biblia respecto al alma? A continuación, vamos a examinar lo esta nos dice respecto al alma, el “infierno”, el amor de Dios, la justicia y la condición pecaminosa del hombre.

Para empezar, veamos el argumento sustancial de adventistas y Testigos de Jehová en relación con este tema:

QUOTE (Watchtower)
“La Biblia enseña que con la muerte acaba todo, puesto que el alma muere; así lo expresa Ezequiel 18:4 donde se nos enseña que el alma que peca, morirá.” — La Atalaya, 15 de octubre de 1989, pág. 3; “¿Qué enseña realmente la Biblia?”, 2005, pág. 210.

 1. ¿La Biblia enseña que las almas de los muertos están inconscientes?

Tanto adventistas como Testigos de Jehová no han sabido distinguir, como enseña la Biblia, entre muerte física y muerte espiritual. La muerte indica en las Escrituras fundamentalmente la idea de una separación.

En el caso de la muerte física, esa separación implica la del cuerpo y el alma (Génesis 35:18).

La idea de la muerte espiritual o muerte del alma parte del mismo concepto de separación. Cuando se habla de muerte del alma o de alma muerta, lo que se indica no es la ‘aniquilación’ ni el hecho de que el alma no siente ni padece, sino, por el contrario, que el alma está separada, aunque consciente, de Dios. Pero veámoslo con un ejemplo claro, en Efesios 2:1, leemos:

«Además, a ustedes [Dios los vivificó] aunque estaban muertos en sus ofensas y pecados.»  Efesios 2:1, TNM

Note que Pablo habla aquí de una muerte no física sino espiritual. La misma no implicaba inconsciencia. Los efesios antes de su conversión eran conscientes, puesto que hablaban, comían, dormían, paseaban, sentían y padecían, pero espiritualmente estaban muertos a consecuencia del pecado.

Es en este mismo sentido que Santiago 5:20 nos habla de que cualquiera que lleva a un pecador a arrepentirse salva su alma de la muerte espiritual:

«Sepan que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de la muerte y cubrirá una multitud de pecados.» Santiago 5:20, TNM

El sentido de los pasajes es realmente evidente y coincide por ello con el contexto general de la Escritura donde se nos habla de la consciencia de las almas de los muertos (y no de su inconsciencia). Veamos otro versículo en Revelaciones o Apocalipsis 6:9-11, se nos enseña:

«Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. Y clamaban con voz fuerte, y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.» Revelaciones 6:9-11, TNM
El pasaje no puede ser más claro: las almas de los muertos no sólo están conscientes, sino que se dirigen a Dios, le hablan y le expresan sus deseos. Lo cual es algo imposible de conciliar con lo que enseña la Sociedad Watchtower.

Pero, ¿y qué hay del versículo de Eclesiastés 9:5?

«Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado.» Eclesiastés 9:5, TNM

El texto, según la Sociedad Watchtower, nos enseña que los muertos están inconscientes y que, por lo tanto, no hay vida tras la muerte. Sin embargo, tal interpretación resulta ser insostenible y por lo tanto falsa, ya que al examinar el hebreo original dice: yada muwmah, lo que, literalmente significa: “no saben nada”. Ahora bien, no saber o ignorar no es lo mismo que estar inconscientes, sin sentir ni padecer. Millones de personas en nuestro planeta pueden ignorar o no saber, pero no por eso han dejado de vivir, sufrir y sentir.

2. El infierno no es el sepulcro

De la misma manera, Testigos de Jehová y adventistas insisten en que el infierno no es sino un lugar de inconsciencia y destrucción, la sepultura común de la humanidad. Según su punto de vista, la palabra española “infierno” traduce el hebreo ‘sheol’ en el Antiguo Testamento y su equivalente hades en el Nuevo, así como la expresión ‘gehenna’. Ninguno de los términos, según ellos, implica un lugar en el que se tenga conciencia tras la muerte ni mucho menos un sitio de castigo. Sheol y hades son un equivalente a sepulcro y gehenna a un quemadero o basurero situado a las afueras de Jerusalén que simbolizaría la aniquilación eterna de los inicuos. Tales afirmaciones, sin embargo, carecen de base lingüística, histórica y, sobre todo Bíblica.

Primero, ni sheol ni hades significan sepulcro o tumba. En hebreo la palabra para tumba es qeber (Génesis 23:4) y en griego mnemeion (Lucas 24:2). Ambas palabras admiten además el plural (queberim y mnemeia) mientras que sheol y hades sólo aparecen en singular.

En segundo lugar, la Biblia no enseña que en el sheol (o hades) haya ausencia de conciencia, sino todo lo contrario. Veamos algunos casos:

«Aun el Seol debajo se ha agitado a causa de ti a fin de venir a tu encuentro a tu llegada. A causa de ti ha despertado a los que están impotentes en la muerte, a todos los caudillos de la tierra semejantes a cabras. Ha hecho que todos los reyes de las naciones se levanten de sus tronos. Todos ellos se expresan y te dicen: “¿A ti mismo también se te ha hecho débil como nosotros? ¿A nosotros se te ha hecho comparable?”» Isaías 14:9, TNM

El texto no puede resultar más claro. El rey de Babilonia desciende al sheol (que como vemos, no es el sepulcro) y esto provoca una reacción de los espíritus de los reyes que ya están ahí, que no solo no están inconscientes sino que gritan, se interrogan y preguntan al recién llegado. Todo ello no coincide con el punto de vista de las enseñanzas de la Watchtower, ni de los adventistas.

Otro ejemplo, podemos encontrarlo en Ezequiel 32:21 donde también se nos dice:

«Los hombres de nota de los poderosos hablarán aun a él, con sus ayudantes, de en medio del Seol. Ciertamente bajarán; tienen que yacer como los incircuncisos, muertos a espada.» Ezequiel 32:21, TNM

En esta ocasión, el faraón de Egipto es quien desciende al sheol. Su llegada también provoca una reacción y los que se hallan en el sheol, que no se encuentran en absoluto inconscientes, le hablan.

Todo esto resulta ser lógico porque sheol no es un sepulcro como enseña la Watchtower y adventistas. Es el lugar adonde iban las almas – conscientemente – tras la muerte. De ahí que Jacob o Job en momentos de suma tristeza y desesperación ansiaran ir al sheol, es decir, querían morir para huir de una realidad amarga.

Ahora bien, para el creyente sheol implicaba el seno de Abraham (Lucas 16:22), para el no-creyente era un lugar de tormento, como también veremos a continuación:



3. El gehenna es un lugar de castigo eterno y consciente

El término gehenna o gehinnon deriva realmente del término valle del Hinnon, que era un basurero existente mucho antes de Jesús. No obstante, jamás significó un lugar de aniquilación; por el contrario, era la denominación dada a un lugar de castigo consciente para los malvados.

La doctrina del castigo eterno aparece de forma clara, severa e intensa en el Nuevo Testamento. Jesús habló de un castigo eterno para los inicuos en el que habría tinieblas, llanto y crujir de dientes:

«Entre tanto que los hijos del reino serán echados a la oscuridad de afuera. Allí es donde será [su] llanto y el crujir de [sus] dientes.» Mateo 8:12, TNM

«y los arrojarán en el horno de fuego. Allí es donde será [su] llanto y el crujir de [sus] dientes.»  Mateo 13:42, TNM

«y lo castigará con la mayor severidad y le asignará su parte con los hipócritas. Allí es donde será [su] llanto y el crujir de [sus] dientes.»  Mateo 24:51, TNM

«Y al esclavo que no sirve para nada, échenlo a la oscuridad de afuera. Allí es donde será [su] llanto y el crujir de [sus] dientes.» Mateo 25:30, TNM

Es evidente que Jesús no consideró un lugar como tal como una expresión figurativa de simbolismo, y mucho menos denotar que es un lugar de inconsciencia, describe además fuego:

«Su aventador está en su mano, y limpiará completamente su era, y recogerá su trigo en el granero, mas la paja la quemará con fuego que no se puede apagar» Mateo 3:12, TNM

«Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena. También, si tu mano derecha te está haciendo tropezar, córtala y échala de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo vaya a parar al Gehena.» Mateo 5:29-30, TNM

«Por eso, si tu mano o tu pie te está haciendo tropezar, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida manco o cojo, que con dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.»  Mateo 18:8, TNM

«Y si en cualquier tiempo tu mano te hace tropezar, córtala; mejor te es entrar manco en la vida que con dos manos irte al Gehena, al fuego que no se puede apagar.» Marcos 9:43, TNM

«Y si tu ojo te hace tropezar, tíralo; mejor te es entrar con un solo ojo en el reino de Dios que con dos ojos ser arrojado al Gehena, donde su cresa no muere y el fuego no se apaga.»  Marcos 9:47-48, TNM

El relato de Lázaro y el hombre rico que se halla en Lucas 16 está dotado de una enorme claridad.

Tanto Testigos de Jehová como adventistas aducen que el texto es sólo una parábola y que, por tanto, no puede considerarse prueba bíblica de que Jesús creyera en el infierno. Tal afirmación, sólo denota un desconocimiento absoluto de lo que es una parábola.

Parábola, en hebreo mashal, es un relato absolutamente verosímil y tomado de la vida real y cotidiana, que va unido a una enseñanza espiritual adicional.

O dicho en otras palabras: una parábola es una breve comparación basada en una experiencia cotidiana de la vida, cuyo fin es enseñar una verdad espiritual. No son fábulas ni simbolismos porque se basan en un hecho o una observación real o por lo menos verosímil. 

Así en la parábola del sembrador (Mateo 13) se nos refiere a un hecho real: se siembra y parte de la simiente se pierde mientras que otra parte da fruto. En la parábola de la red, al arrojar la red al mar se capturaban peces, de los cuales los buenos eran conservados y los malos desechados.

En todas las parábolas de Jesús se nos relatan hechos lógicos, naturales y reales. Cuesta por ello creer que la historia del hombre rico y Lázaro vaya a ser una excepción, simplemente porque así lo quiere enseñar la Watchtower y así lo quieren creer los Testigos de Jehová y los adventistas.

En el relato de Lázaro se nos refiere algo que todo judío contemporáneo de Jesús sabía: que, tras la muerte, el alma sigue viviendo, que Dios juzga a los seres humanos y que mientras los salvos disfrutan de su cercanía para con Dios, los injustos reciben su merecido castigo, un castigo que es consciente y que implica tormento y angustia.

La parábola resultaba tan evidente que ni los propios discípulos de Jesús, que tantas veces tuvieron que pedir aclaraciones sobre el significado de una parábola, en este caso no necesitaron hacerlo.

¿No lo hubieran hecho si, efectivamente, la creencia en la inmortalidad del alma y en el castigo consciente del infierno hubieran sido doctrinas contrarias a la enseñanza de Jesús?

Además, Jesús enseñó que el castigo era eterno (Mateo 25:46) y que además estaba provisto de grados según la responsabilidad de los transgresores (Mateo 11:22; Marcos 12:40; Lucas 20:47; 1a Pedro 2:20), algo absurdo si el único castigo es la “aniquilación” de los condenados por igual.



4. Jesús nos exhorta a “temerle” más que a la muerte

Considere los siguientes versículos:

«Y no se hagan temerosos de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.» Mateo 10:28, TNM

¿Cómo puede decir Jesús que las personas pueden matar el cuerpo pero el alma no?

«Pero yo les indicaré a quién temer: Teman a aquel que después de matar tiene autoridad para echar en el Gehena. Sí, les digo, teman a Este.»Mateo 13:42, TNM

Si el “infierno” es simplemente el “sepulcro de la humanidad”, como afirman los líderes de la Watchtower, ¿por qué Jesús nos exhorta a “temerle” más que a la muerte? (Dando a entender que hay un "grado" de temor a la muerte)

«Cuando llegó al otro lado, al país de los gadarenos, lo encontraron dos hombres —poseídos de demonios— que salían de entre las tumbas conmemorativas, feroces en extremo, de modo que nadie tenía ánimo para pasar por aquel camino. Y, ¡mire!, gritaron, diciendo: “¿Qué tenemos que ver contigo, Hijo de Dios? ¿Viniste aquí a atormentarnos antes del tiempo señalado?”»  Mateo 8:28-29, TNM

Note que los demonios hablan de un “tormento” en un “tiempo futuro”. Ese “tormento” se refiere al “fuego eterno” del infierno “preparado para el diablo y sus ángeles” (vea Mateo 25:41). Aunque este castigo fue creado originalmente para Satanás y sus seguidores, hemos visto que Jesús nos advierte que el “llanto y crujir de dientes” en “el fuego que nunca se apaga” también espera a aquellos que lo han rechazado.

5. Habrá resurrección tanto de justos como de injustos

La Watchtower enseña a los Testigos de Jehová (los adventistas también creen) que no se producirá una resurrección de los injustos, sino sólo de los justos y de aquellos que recibirán una nueva posibilidad de salvación en el milenio.

Por desgracia para la Watchtower, la Biblia enseña que habrá resurrección de justos e injustos para salvación y para vergüenza eternas respectivamente (Daniel 12:2; Mt. 25:31-33; Juan 5:26-29; Rom. 14:10-12; 2 Cor. 5:10; Ap. 20:11-12)

Todos sin excepción resucitarán, aunque los no salvos no podrán esperar una nueva oportunidad sino sólo el juicio condenatorio de Dios (Juan 5:28-29; Hechos 24:15; Rev. 20:13, etc.)

Precisamente la negación de la doctrina bíblica de una resurrección universal es lo que hace que adventistas y Testigos de Jehová puedan negar, con aparente seguridad, la doctrina bíblica del castigo eterno.

Un ejemplo de esto se encuentra en su errónea interpretación de Revelaciones 20. En este capítulo se nos dice que:

«Y el diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde [ya estaban] tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás» Revelaciones 20:10, TNM

Observe la claridad con la que lo dice este versículo, tras el milenio, el diablo fue arrojado al lago de fuego y azufre. Pese a que la bestia y el falso profeta habían sido arrojados mil años antes, todavía seguían existiendo y no habían sido aniquilados, serán atormentados junto con el diablo eternamente.

Sólo unos versículos más abajo se indica que este es el destino que espera a la humanidad no redimida:

«Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego.»  Revelaciones 20:14, TNM

El pasaje resulta evidente. La muerte (los cuerpos de los muertos injustos) y el hades (las almas de los muertos injustos) fueron arrojados a la muerte segunda, es decir, el lago de fuego. Y continúa:

«Además, cualquiera a quien no se halló escrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.» Revelaciones 20:15, TNM

Si alguien todavía tiene dudas de la inmortalidad del alma, esto es lo que les dice Jesús:

Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: "Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob"? ¡Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos! Así que vosotros mucho erráis (Marcos 12:26-27, RV1995, énfasis añadido)

(Jesús cita Ex 3.6, interpretándolo en el sentido de que el Dios viviente no puede ser Dios de muertos y, por tanto, si él es el Dios de Abraham,... de Isaac y... de Jacob, estos deben de estar «vivos», por lo que han de resucitar.
¿Es el Alma Mortal o Inmortal? ¿Es el Alma Mortal o Inmortal? Reviewed by Fieles A Jesucristo on 10:23:00 Rating: 5
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